Everlasting

A veces nos peleamos, otras nos reconciliamos para luego volver a pelear.
Somos diferentes, como el agua y el aceite o el día y la noche.
Te encanta la lechuga y a mí el tomate.
Hacés de tus silencios una muralla mientras que dejo las palabras en la orilla con la fuerza de un tsunami.
Tus decisiones son irrevocables, las mias algo más flexibles.
Sabés barrer mientras que lo mío es cocinar.
Te gustan Los Redondos y yo prefiero a Luis Miguel.
Bailás salsa y la canción de Madagascar como nadie pero yo no puedo arrancar ni con el timbre musical de casa.
Creo que las cosas que nos unen son muchas menos que las que nos separan y sin embargo sabemos que este vínculo es para siempre aunque nadie lo comprenda.
Sostengo lo que dije anoche: he sido una privilegiada porque conozco caras y contra caras de tu alma que otros ni siquiera pueden imaginar que existen y eso hace que me sienta orgullosa.
Todos guardamos miserias en los rincomes más oscuros de nuestro ser (quien diga lo contrario miente de manera flagrante) pero a lo largo de mi vida aprendí que gracias a esa oscuridad, tarde o temprano, sacamos a la luz lo mejor de nuestro ser.
Eso es lo que va a quedar para siempre en mi: tu luz, la que se escapa cada vez que sonreís, la que resuena en los rincones de esta casa cuando todo se convierte en carcajada, la que cubre cada abrazo que me diste desde la primera vez hasta hoy.
Nunca, ni en la peor de las situaciones voy a arrepentirme de haberte conocido porque si eso sucediera estaria renegando de mis sentimientos y poco quedaría de mi alma.
Alguna vez, en este mismo blog, dije que aquí estaba y aquí me quedaba.
Por suerte sigo sintiendo lo mismo.

~ por Siworae en febrero 10, 2009.

Una respuesta to “Everlasting”

  1. es cuando una se siente muy afortunada 🙂

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